Hoy acaba, han sido días de participación, de conocimiento mutuo, de nuevas experiencias y amistades. Y también de aprender a caminar de manera autónoma en el tratamiento con insulina, de conocer los síntomas de las hipoglucemias, de saber como actuar en cada caso para tomar decisiones que van a conseguir una convivencia con la enfermedad que evite consecuencias para la salud asociadas a una mala gestión de la diabetes. Para los no diabéticos supone un acercamiento a esta enfermedad y un aprendizaje que de forma natural se da en conversaciones informales con los compañeros del campamento.
Sólo queda despedirnos con un "hasta siempre" e intercambiar sitios (tuenti, facebook, correos electrónicos...) que la tecnología nos brinda para no perder el contacto.
Por supuesto, todos realizan las actividades programadas como cualquier período de nuestros campamentos de verano, entre ellas un refrescante paseo por el río Guadalete.