Nuestro chivito Antón, asiste a la asamblea de bienvenida, aunque parece más interesado en las hierbas que están al pie de la parra del patio.
La lluvia, aunque necesaria e indispensable para la vida, a veces molesta pero a los niños y niñas les regala algo de lo que me he acordado de los años de mi infancia: los charcos. ¿Quíén no ha disfrutado en determinada edad de caminar y chapotear en los charcos a pesar de las advertencias de los mayores?.